HIPERTENSIÓN, TERAPÉUTICA ALOPÁTICA Y FITOTERAPIA

El tratamiento de la hipertensión ha recibido siempre muchísima atención de parte de la industria farmacéutica. Hay variadas familias de antihipertensivos que han logrado alcanzar un sitial importante en el armario terapéutico y encuentra su justificación este interés en al menos dos aspectos, la seriedad de la hipertensión como una patología que puede causar mucho daño a quienes la sufren y no son tratados y también por la tremenda prevalencia con la que se presenta la hipertensión en las poblaciones de todas las latitudes del mundo, constituyéndose la muerte por razones cardiovasculares una de las causas de muerte mas frecuentes e importantes en el mundo desarrollado.



Por estas razones entonces, la oferta de fármacos antihipertensivos siempre ha sido una meta común en la investigación y desarrollo de los laboratorios farmacéuticos mas importantes del mundo y es así como se han alcanzado varias familias de antihipertensivos con diversas propiedades y con cada vez mayor eficacia y seguridad en su uso.

A modo de descripción se pueden considerar fármacos como los antagonistas adrenérgicos: cardio no selectivos como el propranolol y cardioselectivos como el atenolol; antagonistas del calcio como cardioselectivos: verapamilo y vaodilatadores como la nifedipina; inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina: enalapril, captopril; vasodilatadores del tipo alfa adrenérgicos: doxazosina, terazosina; agentes de acción central tales como la metildopa, de amplio uso como antihipertensivo en mujeres embarazadas, también otros agentes mas complejos como el carvedilol y el labetalol, que conjugan propiedades antagonistas beta adrenérgicas no selectivos y alfa1 adrenérgico-bloqueadoras, esto es, poseen una acción cardíaca y además vasodilatadora. Finalmente, también son un representante antihipertensivo importante los antagonistas de la angiotensina, representados por una familia muy exitosa como son los “sartanes” o losartán, candesartán, etc. agentes farmacológicos que junto con ejercer una eficacia muy importante en materia de control de la hipertensión, presentan una serie de otras propiedades que favorecen la sobre vida de los pacientes tratados. Solo por extensión, no he entrado en el análisis de los también conocidos diuréticos, tales como las tiazidas.

El éxito de los fármacos antihipertensivos deja poco espacio a la maniobra con medicamentos naturales y esta razón se debe a fundamentos económicos, costo de los medicamentos antihipertensivos, que cubren un amplio espectro de oferta económica, vale decir que van desde los mas baratos hasta aquellos de reciente desarrollo y que resultan mas caros; y también al relativo poco acceso que se logra con los medicamentos de tipo fitoterapéuticos y por qué no decirlo, a la poca confianza que exhiben muchos profesionales de la salud en la fitoterapia, en nuestro país, fenómeno que no ocurre del mismo modo en otras regiones del mundo, tales como en Alemania, España, Italia, Francia y otros países.

Quisiera finalizar manifestando que la fitoterapia en materia de hipertensión, o de enfermedades cardiovasculares, está mas orientada a la prevención y esencialmente se ejerce a través de utilizar antioxidantes. Es muy importante proteger los órganos que pueden ser afectados por la hipertensión, entre otros, riñón, corazón, cerebro y vasos. En el último tiempo se ha podido constatar la tremenda importancia que posee el endotelio vascular para la preservación de muchas funciones vitales; hacia ese tejido la fitoterapia ha dirigido muchos de sus mejores recursos y básicamente, los fitofármacos utilizados comparten las importantes propiedades de antioxidantes y secuestradores de especies reactivas, que al no ser controladas, pueden causar estragos importantes en nuestro organismo.

Imágen del Dioscórides (40-90 dC)