domingo, abril 30, 2006

ESTRÉS OXIDATIVO, PATOLOGÍAS Y ANTIOXIDANTES

COMO UN ANTICIPO DE LO QUE VEREMOS EN LAS
CONFERENCIAS DEL CURSO QUE DICTARÁ
EL DR. ARMANDO ROJAS,
IMAGENES ESQUEMÁTICAS DEL ESTRÉS OXIDATIVO Y PATOLOGÍAS ASOCIADAS.


Dr. Armando Rojas Rubio,
Profesor de la Escuela de Medicina
Universidad Católica del Maule.
























sábado, abril 29, 2006

MONASCUS PURPUREUS, HIPOLIPEMIANTE NATURAL


HEMOS INCLUIDO AQUI UNA INTERESANTE DISERTACIÓN REALIZADA POR ESTUDIANTES DE LA CARRERA DE OBSTETRICIA, DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE,
ACERCA DEL FITOMEDICAMENTO QUE SE OBTIENE AL FERMENTAR ARROZ CON LA LEVADURA MONASCUS PURPUREUS






sábado, abril 22, 2006

SABAL SERRULATA EN LA HIPERTROFIA PROSTATICA



SABAL SERRULATA
FITOMEDICAMENTO PARA EL TRATAMIENTO DE LA HIPERTROFIA PROSTÁTICA
BENIGNA

RENATO GARCÍA C. Y MIGUEL A. MORALES S.


ASPECTOS FARMACODINAMICOS


Los mecanismos de acción precisos atribuidos al extracto lipoesterólico de Sabal serrulata (saw palmetto, palma enana, Serenoa repens) aún no se han elucidado completamente, sin embargo existen evidencias de estudios realizados in vitro como en in vivo que demuestran su acción antiandrogénica al inhibir la 5a-reductasa y receptores citosólicos a andrógenos en la célula prostática; efectos antiproliferativos y antiinflamatorios (Levin y Das, 2000).

El extracto ha demostrado una inhibición no-competitiva para ambas isoenzimas de la 5a-reductasa. Weisser y cols. en el año 1996, al trabajar con tejido prostático humano, epitelio y estroma por separado, comprobaron que el extracto lipoesterólico redujo la actividad de la enzima reductora de testosterona obteniendo resultados de inhibición de un 52% en epitelio y un 45% en estroma como máximo. Este estudio atribuye la acción inhibidora a la porción saponificable del extracto utilizado, que contiene mayoritariamente ácido láurico, ácido oleico, ácido mirístico y ácido palmítico mientras que la porción no-saponificable e hidrofílica muestran una acción despreciable y nula sobre la 5a-reductasa respectivamente. De la fracción saponificable se demuestra que sobre epitelio y estroma no presentan actividad significativa el ácido oleico y el ácido palmítico, mientras que el ácido mirístico y láurico ejercen una potente inhibición de la actividad de la 5a-reductasa.

Raynaud y cols. en el año 2002 confirman dicha acción de la porción saponificable del extracto. Esto se logró mediante la clonación y expresión de ambas isoenzimas en una línea celular específica (Sf39). Adicionalmente se concluyó que el ácido oleico y linoléico ejercían efectos inhibitorios obre la isoenzima tipo I, pero muy pobre sobre la tipo II. El ácido palmítico y el ácido estático confirmaron su inactividad para ambas isoenzimas, mientras que el ácido laúrico y mirístico presentaron de igual forma una marcada inhibición para ambas izoenzimas.

Por consiguiente, esta inhibición no competitiva sobre la 5a-reductasa determina una reducción de los niveles intraprostáticos de DHT que ha sido demostrada en múltiples estudios. Di Silverio y cols en 1998, evidencia en humanos que posterior al tratamiento por 3 meses consecutivos de 320 mg/día, las concentraciones de DHT disminuyen significativamente en las tres regiones histológicamente reconocidas, subcapsular, intermedia y periuretral en relación a las muestras de pacientes no tratados. Esta reducción de las concentraciones de DHT intraprostática se hace más cierta en la región periuretral, cercana al 70% y una reducción promedio del 50% para las otras dos regiones de la próstata.

Estudios in vitro realizados por Sultan y cols en 1984, mediante el cultivo de células fibroblásticas de tejido prepucial humano ha demostrado que el extracto de S. serrulata ejerce un efecto antiandrogénico al inhibir competitivamente los complejos nucleares a DHT. Carilla y cols en el mismo año comprobó esta acción directamente en células prostáticas de la rata, demostrando una vez más que el extracto inhibe competitivamente la acción de los andrógenos en su receptor intracelular.

En adición a las propiedades antes mencionadas, se describen influencias no hormonales sobre los factores del crecimiento prostático, los cuales desempeñan un rol importante en el desarrollo de la HPB. Di Silverio y cols. en 1998, observó que el extracto de S. serrulata determina una reducción en la secreción del Factor de Crecimiento Epidermal (EGF), expresado y secretado por las células en proliferación, principalmente en la porción periuretral e intermedia de la próstata humana. Estos resultados se obtuvieron posterior al tratamiento oral de 320 mg/día por tres meses consecutivos.

Paubert-Braquet y cols. en 1998, mediante estudios en cultivos de tejido prostático humano, comprobaron el efecto inhibitorio que consigue el extracto de S. serrulata en la replicación del epitelio glandular y no sobre las células basales de la próstata. Los mecanismos de como el extracto suprime la acción del Factor Básico de Crecimiento Fibroblástico (b-FGF) es aún desconocido. Mientras que para el (b-FGF) el efecto del extracto es evidente a concentraciones reducidas, este efecto no se ve observó para el EGF incluso en altas concentraciones.

Ensayos in vitro realizados por Breu y cols. (1992) mostraron que el extracto de S. serrulata produce una inhibición de la biosíntesis de metabolitos del ácido araquidónico. Esta acción se debe a una inhibición dual de la fracción saponificable del extracto sobre las vías de las enzimas ciclooxigenasa y 5-lipooxigenasa. Las fracciones no saponificable e hidrofílica no presentaron actividad sobre estas enzimas.

Estudios más recientes también confirman esta propiedad antiinflamatoria del extracto de S. serrulata. Paubert-Braquet y cols en 1997, realizaron estudios en polimorfos nucleares, activados por un ionóforo de calcio para la producción de leucotrieno B4. Pequeñas concentraciones del extracto demostraron inhibir no competitivamente a la 5- lipooxigenasa y ciclooxigenasa, logrando de esta manera reducir la síntesis de estos metabolitos del ácido araquidónico.

Esta actividad antiinflamatoria ha sido demostrada in vivo por Tarayre y cols (1985) (25 (S. serrulata (permixon)), reduciendo la magnitud del eritema ultravioleta en cobayos y la capilaridad incrementada inducida por histamina en ratas.

Los estudios realizados por Di Silverio y cols en 1992 nos demuestran que en los individuos tratados con 160 mg / día por tres meses reducen notablemente la cantidad de receptores intranucleares a estrógenos en el tejido prostático.


Los extractos de S. serrulata han demostrado ejercer una potente inhibición no competitiva sobre los receptores a prolactina, interfiriendo en los proceso de transducción de señal en tejido ovárico de hamsters chinos ((87,in original paper). Por otra parte estudios realizados por Van Coppenolle y cols (2000), comprueban en un modelo de ratas en estado de hiperprolactinemia, que el extracto reduce significativamente el crecimiento prostático lateral, el cual es asociado a este estado.

CONSTIPACION CRÓNICA: MITOS Y CONCEPTOS ERRADOS

COMENTARIO: MITOS Y CONCEPTOS ERRADOS ACERCA DE LA CONSTIPACIÓN CRÓNICA

MIGUEL A. MORALES SEGURA

Bajo este título tan categórico, Stefan A. Müller-Lissner y otros médicos colaboradores de instituciones de salud destacadas como Park-Klinik Weissensee, Berlín, Alemania, St. Marks Hospital, Londres, Inglaterra, Laboratorio de Farmacología Clínica, Universidad de Parma, Parma, Italia, y Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, publicaron en la prestigiosa revista American Journal of Gastroenterology (2005), un artículo orientado a aclarar errores en los conceptos que existen en la comunidad médica internacional referente a la constipación.

Autointoxicación por acumulación de fecas

En este artículo los autores mencionan que hay muchas creencias fuertemente arraigadas referente a la constipación, pero que no tienen evidencias en las cuales basarse. Afirman que no existen evidencias que puedan sostener la teoría que pueden surgir enfermedades por la vía de la autointoxicación que provocarían sustancias provenientes de las fecas y que hipotéticamente serían absorbidas por el colon. “ No hay evidencias para sostener esta teoría mal concebida que ha sido abandonada ya hace mucho por la comunidad científica”.

¿Existe relación entre la elongación del colon y el estreñimiento?
Müller-Lissner y colaboradores descartan que el dolicocolon, esto es, una elongación del colon, sea causa de constipación y como consecuencia de esto declaran abandonados los procedimientos quirúrgicos destinados al acortamiento del colon con estos fines.

¿Existe relación entre las variaciones hormonales y el estreñimiento?
Mediante la descripción de diversos estudios en los que se mide el tránsito intestinal en diferentes condiciones hormonales y durante el embarazo, los autores de este artículo aseveran que el rol de las hormonas sexuales como fuentes de alteración de la actividad intestinal durante el ciclo menstrual sería mínimo. Reconocen sin embargo que durante el embarazo las hormonas jugarían un rol en el enlentecimiento del tránsito intestinal.
También señalan que el hipotiroidismo puede ser causa de constipación pero entre los pacientes que presentan constipación el hipotiroidismo es muy raro.

¿Cuál es la importancia real que tiene la ingesta dietaria de fibra

en el estreñimiento?


Según la opinión de estos expertos, una dieta pobre en fibra aunque puede tener una ingerencia menor, no debe ser asumida como la causa de constipación crónica: “algunos pacientes pueden ser ayudados por una dieta rica en fibra pero muchos pacientes con una constipación severa solo logran empeorar su condición cuando aumentan la ingesta de fibra en su dieta”.

¿Hay influencia de la ingesta de líquidos en el estreñimiento?
Aún mas sorprendente resulta su afirmación que “No hay evidencias que la constipación pueda ser exitosamente tratada aumentando la ingesta de fluidos a menos que sea evidente la condición de deshidratación”. Señalan estudios donde en sujetos sanos se reduce la ingesta de agua de 2,5 litros diarios a menos de 0,5 litros y la frecuencia de deposiciones solo disminuyó en promedio de 6,9 ±0,9 a 4,9 ± 0,3 defecaciones/semana y el peso de las fecas disminuyó de 1,29 ± 0,20 a 0,94 ± 0,17 kilos/semana durante la restricción de fluidos. Encuestas realizadas en 883 personas mayores de 70 años no revelaron una asociación entre las cantidades estimadas de ingesta de fluidos y la constipación. Tampoco se encontró asociación de ambos parámetros en niños.

Según los autores de este artículo,
¿Existiría relación entre la actividad física y el estreñimiento?
Müller-Lissner y colaboradores comentan que en la constipación presente en ancianos ésta puede correlacionarse con una baja actividad física, pero muchos otros cofactores pueden estar contribuyendo del mismo modo; mencionan como importantes factores a considerar la dieta y la personalidad del paciente.
En los jóvenes que sufren de constipación no se observan mejorías en la función intestinal como resultado del ejercicio. Los autores recomiendan como útil para la constipación en las personas mayores el desarrollo de actividades que incrementen la actividad física como parte de un programa mas amplio que considere otros aspectos para la rehabilitación.
Otros factores que influencian el estreñimiento
En los mayores también jugarían un rol importante la función cognitiva, los medicamentos en uso y la dieta.

¿Provocan daño muscular o nervioso los laxantes estimulantes?
Müller-Lissner y colaboradores manifiestan también en forma muy enfática que es improbable que los laxantes del tipo estimulantes [Senna, Bisacodilo] en las dosis recomendadas sean dañinos para el colon. Se analiza el desarrollo de melanosis coli que consiste en una decoloración del epitelio del colon. Esto ocurriría después de meses de uso regular de laxantes y duraría meses después de su discontinuación. Se señala que la melanosis coli no tendría ningún significado funcional. Por otra parte, la creencia tan arraigada que los laxantes estimulantes provocarían daño de los nervios intestinales tampoco parece tener respaldo científico. Mencionan un solo estudio donde se relaciona el uso de aloe como laxante y se examina la morfología del tejido nervioso del colon, el que no aporta datos que puedan sostener la hipótesis de daño neurointestinal por resultado de la acción de antraquinonas sobre las capas superficiales del colon a las que se accede a través de biopsias.

¿Existe riesgo de dependencia en el uso de laxantes?

Los autores de este artículo consideran que una proporción de los pacientes con constipación crónica es dependiente de los laxantes para lograr una actividad intestinal satisfactoria, pero que esto no es el resultado de la ingesta previa de laxantes. La dependencia, aseguran, es un proceso que implica la modificación de estructuras cerebrales que están descartadas al observarse un ínfimo paso a la sangre de compuestos contenidos en el laxante y cuando no se ha determinado que haya paso de estos componentes al cerebro que es donde las adicciones tienen lugar.

¿Se desarrolla tolerancia al uso de laxantes?

La tolerancia significa que el paciente debe aumentar a lo largo del tiempo de uso de manera importante un medicamento para que éste continúe haciendo su efecto. Müller-Lissner y colaboradores afirman también que la tolerancia a los laxantes estimulantes no es común y que no hay indicios de que ocurra una constipación de rebote después de detener la ingesta de laxantes. Finalmente señalan que aunque los laxantes pueden ser mal empleados, no hay potencial para la adicción.


Cita Bibliográfica: American Journal of Gastroenterology 2005; 100: 232-242.

viernes, abril 21, 2006

VALERIANA OFFICINALIS: un fitomedicamento para estos tiempos de ansiedad y estrés




Prof. Asistente Sandro Bustamante Delgado
Master en Ciencias
Laboratorio de Farmacodinamia y Fitofarmacología
Facultad de Medicina
Universidad de Chile
Nombre botánico: Valeriana officinalis.
Partes usadas: rizomas y raíces.
Usos comunes: Promueve la relajación, el sueño y mejora los síntomas relacionados al stress. Es sedante e hipnótico de efecto menor, indicado principalmente para el insomnio, la ansiedad nerviosa, la excitabilidad y estados histéricos. Se describe también su uso contra la migraña hipocondríaca, cólicos intestinales, dolores reumáticos, dismenorrea.
Constituyentes activos: Valepotriatos (valtrato, isovaltrato, dihidrovaltrato y acevaltrato) y
aceite volátil de monoterpenos y sesquiterpenos (elemol, acetato de bornil, bornil‑isovalenerato, isovalerato, valerenal, valeranona y ácidos valerénico, hidróxivalerénico y acetoxivalerénico).
Mecanismo de acción: El principio activo de los extractos de Valeriana officinalis no está del todo esclarecido y se sugiere que la actividad sedante sea el resultado de las acciones acumulativas de todos los constituyentes identificados en el risoma. V. officinalis ha demostrado tener actividad similar a la de benzodiazepinas, con capacidad de ligamen a los receptores GABAA pudiendo aumentar la liberación del neurotransmisor GABA de sinaptosomas de cerebro. Hay evidencia que sustenta la actividad vasodilatadora y relajante de la musculatura lisa. En tanto la actividad anticonvulsivante atribuída al extracto de V. officinalis está muy limitada para poseer significado clínico.
Las raíces de V. officinalis contienen un aceite volátil que consiste de borilisovalerenato y los sesquiterpenos ácido valerénico y sus derivados. Los constituyentes adicionales incluyen al menos seis valepotriatos, que han sido identificados y clasificados químicamente. Los valepotriatos, incluyendo valtrato, isovaltrato, dihidrovaltrato y acevaltrato, poseen una estructura epóxida y se les atribuye la mayor actividad sedante. Bajo circunstancias adecuadas los risomas (raíces) de V. officinalis se cultivan para obtener aproximadamente 0,9% de aceites esenciales y 0,5% de ácido valerénico y derivados una vez procesados y secos. Se han identificado muchos otros constituyentes de V. officinalis, incluyendo alcaloides y ácidos aromáticos, pero es incierto su posible rol en la farmacología de V. officinalis.
Con todos los resultados de los estudios farmacológicos realizados a la fecha, no es posible obtener una conclusión definitiva respecto a los constituyentes responsables del mecanismo de acción.
Uso recomendado: Para el tratamiento del insomnio moderado y ansiedad debido a intranquilidad o nerviosismo de origen no sicótico.
La variabilidad clínica que se puede observar entre diferentes preparaciones se debe a las diferencias de biodisponibilidad y pureza de los productos.
Cuando se administre extracto de V. officinalis conjuntamente a fármacos sedantes, la dosis recomendada se debería reducir de un 50 a 75%.
Efectos colaterales: Aunque poco frecuentes, se han reportado algunos efectos colaterales relacionados al uso de V. officinalis por períodos breves (días). Las reacciones adversas reportadas en ensayos clínicos incluyen sedación prolongada o somnolencia, confusión, dolor de cabeza, depresión, dispépsia, sinus taquicardia y prurito. Se han descrito reacciones paradójicas, que incluyen estimulación del sistema nervioso central y agitación. La administración de V. officinalis por períodos prolongados podría conducir a dependencia fisiológica asociada a síndrome de privación tras la discontinuación abrupta.
Preparados en base a valeriana mexicana (Valeriana edulis) o valeriana de la India (Valeriana indica), debido al elevado contenido en valepotriatos y baldrinal, no deberían ser usados por el posible riesgo cititóxico.
Contraindicaciones: No se recomienda la administración de V. officinalis a neonatos ni a niños menores de 12 años sin la estricta vigilancia de un pediatra, debido a la falta de estudios clínicos en este grupo etáreo. Por lo mismo, no se recomienda su uso durante el embarazo ni la lactancia.
La sobredisificación de V. officinalis puede causar somnolencia. Se recomienda que las personas que conduzcan u operen maquinaria que requiera estado de alerta mental, evalúen previamente el modo en que la dosificación administrada afecta su actividad durante el día.
Devido a que V. officinalis actúa en el sistema nervioso central, los pacientes con desórdenes convulsivos, problemas neurológicos o trastórnos siquiátricos, deberían utilizar V. officinalis previa consulta a su médico tratante.
Como no se conoce con precisión su vía de eliminación, V. officinalis se debe administrar con precaución en pacientes con falla renal y, particularmente, con falla hepática.
V. officinalis podría tener efectos cardiovasculares; los enfermos cardíacos deben tener precaución en su uso.
Debido a los posibles efectos cardiovasculares y a su demostrada acción sedante central, se debe suspender gradualmente su uso 3 a 4 semanas antes de una intervención quirúrgica y/o procedimiento de anestesia general.
Estudios Clínicos.
Estudios en voluntarios sanos.
Leathwood y Chauffard (1983, 1984). En dos reportes se publicaron los resultados de estudios en tres grupos de voluntarios sanos. En cada uno de los casos se administró solo una dosis de V. officinalis. Dos grupos constituídos por 128 y 8 sujetos, evaluaron sus parámetros subjetivos de sueño mediante una escala de autoevaluación en la mañana siguiente de la administración del medicamento. Ambos estudios mostraron una disminución significativa en el tiempo de conciliar el sueño comparado a placebo. La calidad del sueño inducida por V. officinalis mejoró en los pacientes de uno de los dos estudios.
Balderer y Borbely (1985). Su estudio incluyó 10 voluntarios sanos aplicando una escala de autoevaluación. Los resultados indicaron una disminución significativa tanto en el tiempo de conciliación del sueño como en los despertares nocturnos en el grupo tratado con V. officinalis en relación a placebo.
Schulz y col. (1998). Se incluyeron en el estudio 12 mujeres sanas en un diseño de doble ciego con control placebo en la administración de una dosis única de diazepam y extratos de V. officinalis, L. angustifolia, P. incarnata, P. methysticum, M. officinalis, E. californica, H. perforatum y G. biloba. Las sesiones de prueba se separaron de 3 a 5 días. Se determinó una puntuación de estado de alerta basada en una escala análoga visual (VAS). Basado en la puntuación de la VAS, la mayor sedación fue observada en los grupos tratados con diazepam, seguido por los grupos tratados con V. officinalis y L. angustifolia 120 y 180 minutos post administración.
EEG.
Consistentemente, en diversos estudios (Leathwood y Chauffard, 1983, 1984; Balderer y Borbely, 1985; Schulz y col., 1998) los EEG tomados a individuos sanos que recibieron una dosis única de V. officinalis, mostraron un aumento tanto en el espectro de potencia absoluta como relativa en las bandas delta, theta y alfa‑1 y una disminución de la potencia relativa en la banda beta, cambios que no resultaron ser estadísticamente significativos respecto de los cambios inducidos por placebo.
Estudio en pacientes con trastornos de sueño.
Estudio del efecto de V. officinalis en pacientes con trastornos del sueño en hospitales geriátricos. Kamm-Kohl y col. (1984). El estudio involucró a 150 y 80 pacientes tratados por 30 días y 14 días, respectivamente, utilizando dos escalas de puntuación de observador estandar y un sistema de puntaje para cuantificar la dificultad para conciliar y mantener el sueño. Los resultados después de los 14 días de tratamiento mostraron un mejoramiento estadísticamente significativo en el ánimo (escala del estado anímico de von Zerssen), trastornos conductuales (NOSIE) y en la dificultad de conciliar y mantener el sueño (puntuación de sueño).
Estudio de la eficacia terapéutica de V. officinalis en los trastornos del sueño. Vorbach y col. (1996). Este estudio doble ciego y control placebo involucró a 121 pacientes que habían experimentado trastornos del sueño significativos durante al menos cuatro semanas. Se excluyeron del estudio los pacientes con depresión (HAMD > 16) y aquellos que estaban o habían recibido tratamiento con fármacos que pudieran modificar el sueño. La eficacia terapéutica se evaluó mediante cuatro escalas de puntuación estandar: la escala de sueño médicamente evaluada (SRA), el cuestionario de sueño de Görtelmayer (SF‑B), la escala del estado anímico de von Zerssen (Bf‑S) y la escala de Impresión Clínica Global (CGI). Las cuatro escalas se aplicaron antes de comenzar el tratamiento, a los 14 y 28 días. Los resultados de este estudio mostraron que los pacientes no observaron ningún efecto agudo en los días iniciales de tratamiento. La SRA no mostró diferencias significativas entre placebo y V. officinalis al final de las cuatro semanas de tratamiento. El SF‑B no evidenció diferencia significativa al día 14, pero al día 28 mostró diferencias significativas a favor del grupo tratado con V. officinalis. La Bf‑S también mostró diferencias intergrupales estadísticamente significativas después de 28 días de tratamiento. La diferencia más significativa se vió con la escala CGI. Los puntujes asignados tanto por los pacientes como por los médicos tratantes, mostraron una marcada diferencia a favor del extracto de V. officinalis, con análisis estadístico que indican una diferencia significativa al día 14 (p <>

Referencias

Balderer G., Borbely A.A. Effect of valerian on human sleep. Psychopharmacol., 87: 406-409 (1985).
Hölm E., Österr. Apoth. Zig., 38: 45 (1984).
Kamm‑Kohl A.V., Jansen W., Brockman P. Moderne Baldriantherapie gegen nervöse Störungen im senium. Med Welt, 35: 1450-1454 (1984).
Leathwood P.D., Chauffard F., Heck E., Muñoz-Box R., Pharmacol. Biochem. Behav., 17: 65 (1982).
Leathwood P.D., Chauffard F. Quantifying the effects of mild sedatives. J. Psychiat. Res., 17: 115-122 (1983).
Leathwood P.D., Chauffard F. Aqueous extract of valerian reduces latency to fall asleep in man. Planta Med., 50: 144-148 (1984).
Lindahl O., Lindwall L., Pharmacol. Biochem., Behav., 32: 1065 (1989).
Mennini T., Bernasconi P., Bombardelli E., Morazzoni P. In vitro study on the interactions of extracts and pure compounds from Valeriana officinalis roots with GABA, benzodiazepine and barbiturate receptors. Fitoterapia, 64: 291‑300 (1993).
Morazzoni P., Bombardelli E., Fitoterapia, 66: 99 (1995).
Riedel E., Hänsel R., Ehrke G., Planta Med., 46: 219 (1982).
Schulz H., Stolz C., Muller J., Pharmacopsychaitry, 27: 147 (1994).
Schulz H., Jobert M., Hübner W.D. The quantitative EEG as a screening instrument to identify sedative effects of single doses of plant extracts in comparison with diazepam. Phytomedicine, 5: 449-458 (1998).
Schultz O.E., Müller F., Arzneim. Forsch., 10: 78 (1960).
Stoll A., Seebeck E., Stauffacher D., Schweiz. Apoth., 95: 115 (1957).
Tufik S., Fujita K., Ventura Seabra M.L., Lobo L.L., J. Ethnopharmacol., 41: 39 (1994).
Veith J., Schneider G., Lemmer B., Willems M., Planta Med., 179 (1986).
Von Eickstedt K.W., Rahman S., Arzneim. Forsch., 19: 316 (1969).
Vorbac E.U., Görtelmayer R., Brüning J. Therapie von Insomnien: Wirksamkeit und Verträglichkeit eines Baldrian‑Präparates. Psychopharmakotherapie, 3: 109‑115 (1996).

lunes, abril 17, 2006

RUSCUS ACULEATUS-VÁRICES

ASPECTOS BÁSICOS Y CLÍNICOS DE RUSCUS ACULEATUS


Fitomedicamento para el tratamiento de las várices
MIGUEL A. MORALES S. Y SANDRO BUSTAMANTE D.

FITOMEDICAMENTO: RUSCUS ACULEATUS

Existen diversas terapias orientadas al tratamiento de la IVC, físicas, farmacológicas, como también quirúrgicas, en los casos de mayor gravedad. Las aproximaciones físicas y farmacológicas comparten cinco objetivos:

Alivio del edema existente
Prevención del edema al reducir la permeabilidad vascular
Reducción de la estásis sanguínea al aumentar el tono venoso
Inhibición de la actividad de las enzimas lisosomales
Neutralización de los procesos inflamatorios y escleróticos

Extracto estandarizado de Ruscus aculeatus es un fitomedicamento utilizado en el tratamiento de síntomas y malestares de las extremidades inferiores, tales como dolor y pesadez en las piernas, comúnmente asociados a várices, cuyo origen está en la insuficiencia venosa crónica. Tratamiento sintomático de manifestaciones dolorosas y pruriginosas asociadas a fisuras anales, recuperación post-flebitis y eritema pernio (sabañones). Este producto natural provoca el alivio a estos malestares por medio de aumentar la resistencia capilar, mejorando el tono venoso o inhibiendo la degradación enzimática de los sistemas lisosomales.


COMPONENTES BIOACTIVOS
El extracto de R. aculeatus contiene mezclas de saponinas esteroidales, particularmante derivados modificados del colesterol, ruscogenina y neoruscogenina (Bouskela y col., 1994), varias saponinas espirostanólicas (Mimaki y col., 1999) con actividad citostática (Mimaki y col., 1998a), sapogeninas (aculeósido A y B) (Horikawa y col., 1994; Mimaki, 1998b) y flavonoides como hesperidina (Bouaziz y col., 1999), rutina y quercetina (Paris y Delaveau, 1960).

ACCIONES FARMACOLÓGICAS
Venotónica y antiinflamatoria.

MECANISMOS DE ACCIÓN FARMACOLÓGICA

Antagonista de la acción de histamina sobre la permeabilidad vascular
Estudios experimentales realizados en animales han evidenciado actividad biológica de las saponinas en la microvasculatura. Estudios in vivo han demostrado que el extracto de R. aculeatus antagoniza el aumento de permeabilidad inducido por histamina de modo dosis dependiente. Más aún, el extracto induce contracción de las vénulas, sin afectar apreciablemente el tono de las arteriolas.



Agonista de receptores alfa-adrenérgicos y de canales de calcio vasculares
Los efectos vasculares periféricos del extracto de R. aculeatus parecen estar mediados selectivamente por su actividad moduladora de los canales de calcio y su acción preferente sobre receptores a1‑adrenérgicos, aunque exhibe actividad sobre receptores a2‑adrenérgicos, como se puede deducir de experimentos farmacológicos con agentes antagonistas del calcio (diltiazem) y antagonistas adrenérgicos (prasozin y rauwolscina).


Actividad antielastasa y antihialuronidasa
Las ruscogeninas de R. aculeatus han demostrado poseer una fuerte actividad antielastasa y, una baja, pero no nula, actividad sobre la hialuronidasa. Esta actividad inhibitoria de la enzima elastasa puede influir significativamente en su eficacia en el tratamiento de la insuficiencia venosa crónica (IVC), dado que este sistema enzimático está involucrado en el recambio de los principales componentes de la sustancia amorfa perivascular y en la fisiopatología de la IVC.

Protección del endotelio vascular a la isquemia
Tanto el extracto de Ruscus aculeatus como su flavonoide hesperidina metilchalcona por si solo, han demostrado ser capaces de inhibir la activación de células endoteliales inducida por hipoxia, modificando favorablemente los niveles de ATP, fosfolipasa A2 y la adherencia de neutrófilos. Además, se determinó que los efectos del extracto de Ruscus aculeatus y hesperidina son aditivos.

Actividad antiinflamatoria
Evidenciada a través del test de carragenina por vía intraperitoneal (Capra, C., 1972)

FARMACOLOGÍA CLÍNICA

Se ha establecido el efecto benéfico de corto plazo con el uso de O‑(hidroxietil)‑rutósidos, presentes en Ruscus y Aesculus, en la reducción del edema y alivio de los malestares asociados a várices y desencadenados por una insuficiencia venosa.
Un estudio multicéntrico efectuado con 2359 casos de pacientes varicosos con sintomatología manifiesta, evidenció que la dosis de 600-900 mg de Ruscus aculeatus durante 8 semanas de tratamiento provoca una mejoría sustancial sobre los síntomas clásicos: sensación de quemazón, dolor y pesadez de piernas, edemas y calambres de pantorrillas (Hoffmann J., 1983).
En una publicación reciente hecha en la revista Arzneimittelforschung, de Alemania, se describió un estudio multi-céntrico, doble ciego, randomizado y controlado con placebo donde se confirmó la eficacia y seguridad del extracto de Ruscus aculeatus, de acuerdo con los últimos estándares científicos. 166 mujeres sufriendo de insuficiencia venosa crónica en promedio durante más de 14 años fueron incluidas en este estudio. Se pudo comprobar cambios del volumen y de la circunsferencia de las piernas tras 8 a 12 semanas de tratamiento. Además se constataron cambios en síntomas subjetivos como pesadez y cansancio de las piernas. La incidencia de reacciones adversas atribuibles al medicamento fue muy poco significativa. El artículo concluyó afirmando que tras tres meses de tratamiento con este recurso terapéutico, en las dosis diarias recomendadas, es un tratamiento seguro y eficaz para el tratamiento de pacientes con insuficiencia venosa crónica (Vanscheidt W. Et al., 2002).


INDICACIONES

1.- Para el tratamiento de venas generalmente superficiales que se encuentran anormalmente dilatadas, principalmente en las extremidades

2.- Molestias venosas en las extremidades inferiores asociadas a una molesta picazón o dolor, dependiendo de la severidad y presencia de inflamación.

3.- Aparición de hinchazón en las venas de las extremidades inferiores durante el embarazo

4.- Para el tratamiento de dilataciones anormales y permanentes de los vasos que se encuentran bajo la superficie cutánea de los miembros inferiores

5.- Para el tratamiento de dolencias en las venas superficiales de las piernas.

6.- Para el tratamiento de malestares en las extremidades inferiores que se expresan como pesadez de piernas, calores, picazón e incluso dolores, acompañados de aparentes dilataciones venosas.

7.- Tratamiento de la insuficiencia venosa crónica de las extremidades inferiores

8.- Prevención y tratamiento de todos aquellos malestares asociados a várices, tales como pesadez de piernas, edemas de distintos orígenes, secuelas de flebitis, estados hemorroidales y como coadyuvante en la celulitis.

9. Para el tratamiento de la fragilidad capilar

Contraindicaciones
Hipersensibilidad a alguno de los componentes de la fórmula.

Precauciones
Mantener alejado del alcance de los niños.
Como todo medicamento se debe administrar bajo supervisión médica durante el embarazo y lactancia.

Efectos secundarios
No se han reportado.

Vía de Administración – Posología
Vía de Administración : oral
Dosis usual: 2 cápsulas al día (1 cápsula cada 12 horas).

REFERENCIAS

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OTRAS REFERENCIAS

Correo Farmacéutico de España, 17 de Marzo de 2004:
Sección: Vademecum de Bolsillo
Rusco
“ En la actualidad se considera , tanto a la planta como a sus principios activos, un recurso fitoterápico de primera línea frente a la insuficiencia venosa crónica. Los saponósidos esteroídicos presentes en la raíz y en el rizoma, fundamentalmente la ruscogenina, son los responsables, según los amplios estudios realizados por varios grupos de investigación, de la acción venotónica y antiinflamatoria”
Dra. Torcuata Cruz García, Departamento de Farmacología, Facultad de Farmacia, Universidad de Granada, España.

domingo, abril 16, 2006

FITOMEDICINA Y FITOTERAPIA

FITOMEDICINA Y FITOTERAPIA EN CHILE :
ASPECTOS HISTÓRICOS Y DESAFÍOS FUTUROS


Miguel Morales S
Profesor Asistente de Farmacología,
Laboratorio de Farmacodinamia y Fitofarmacología.
Facultad de Medicina,
Universidad de Chile

Medicina es el arte y la ciencia del diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades y del mantenimiento de la salud. La fitomedicina se define como aquella disciplina de la medicina que emplea en terapéutica a las plantas medicinales en forma de extractos, infusiones, decocciones en sus diversas presentaciones, en un contexto científico y adoptando los criterios de investigación propios de la metodología científica: fases preclínicas, clínicas, ensayos farmacológicos, toxicológicos, mutagénicos, etc. Esta disciplina engloba tanto a la Fitofarmacología, que es la ciencia que estudia los fitomedicamentos, en cuanto a su mecanismo y sitios de acción (receptores), como a la Fitoterapia, que aplica los productos de origen vegetal con finalidad terapéutica, ya sea para prevenir, para atenuar o para curar un estado patológico y busca establecer las interacciones medicamentosas, contraindicaciones y efectos adversos.
Las Plantas Medicinales son vegetales que en uno o más de sus órganos, contienen sustancias que pueden ser utilizadas con finalidad terapéutica o que son precursores para la síntesis química de otros productos farmacéuticos.
Los orígenes de la utilización de plantas para tratar enfermedades u otras entidades nosológicas, tales como los síndromes de filiación cultural (empacho, mal de ojo, el aire, etc.) son tan antiguos como la humanidad misma. El acto de seleccionar plantas con propiedades medicinales, le confiere al hombre una propiedad singular; la de sanación propia o de sus semejantes. Este proceso de selección de hierbas curativas en los inicios de la humanidad, estuvo asociado a las características morfológicas de la planta, raíces, hojas o frutos y su semejanza con la figura humana o de órganos. También se basó en las acciones que sus diferentes preparados desencadenaban en los consumidores accidentales o voluntarios. En este último caso, se esbozaba ya en los comienzos de la historia una estrategia que más tarde sería fundamental en las ciencias médicas; el principio de observación de un efecto asociado al uso de un determinado recurso terapéutico.
Existen antecedentes o registros históricos que en los albores del Chile colonial, a mediados del siglo XVI, en la Botica de los Jesuitas, que estaba asociada al Hospital San Juan de Dios, fundado por don Pedro de Valdivia, se utilizaban diversos preparados que abarcaban desde el uso del agua de lluvia, minerales como el mercurio, excrementos de perro y por supuesto, las preparaciones a partir de plantas, flores y frutos. En este arsenal terapéutico se hallaban recursos vegetales: Agnus castus, ajenjo, Ocimum basilicum, la popular albahaca, arrayán, cachanlagüen, borraja, cilantro, hipericón (nada menos que el postmoderno medicamento para la depresión Hypericum perforatum o hierba de San Juan) y tantos otros.
Era en ese entonces muy común a la medicina el empleo de vegetales como recurso terapéutico y por lo tanto hablar de Fitoterapia o Fitomedicina en ese entonces, no hubiere despertado suspicacias o desconfianzas.
En todo el mundo la medicina surgió y se desarrolló unida a las plantas y esta relación se reforzó en la Época de la Ilustración, cuando en los siglos XVII y XVIII se adquirió un conocimiento mas profundo del Reino Vegetal desde el punto de vista de la botánica. Este avance permitió encontrar soluciones terapéuticas a un sin número de enfermedades que asolaban al viejo continente.
Una gran revolución se vivió a fines del siglo XIX, cuando se aislaron los primeros compuestos puros de plantas: la atropina de la Atropa belladona, los alcaloides del opio: morfina, codeína, heroína; la teofilina del té. También surgen los primeros heterósidos: la salicina, del sauce, la digitalina de Digitalis purpurea y tantos otros.
La medicina oficial comienza a apartarse del uso de tinturas, extractos, decocciones e infusiones de plantas y de los compuestos obtenidos de vegetales y comienza a orientar su interés hacia los fármacos de síntesis, obtenidos en laboratorios químicos. Aun cuando ocurre este temprano alejamiento en la terapéutica, se continúan usando en el siglo XX las plantas como las mejores diseñadoras de moléculas-fármacos, pues no pocas veces el hombre se rinde frente a la imposibilidad de imitar, estructuras naturales que constituyen la base de nuevos medicamentos. De este modo, la humanidad utiliza el laboratorio vegetal y aplica sus conocimientos sobre estructuras químicas preexistentes en las plantas, desarrollando una gran diversidad de fármacos que actualmente constituyen un 60% de los recursos terapéuticos modernos. Surgieron también, numerosos fármacos de síntesis que han sido ampliamente utilizados en las mas variadas patologías.
Los profesionales de la salud a lo largo del siglo XX, marcaron una gran distancia del uso terapéutico de las plantas. Esta alternativa quedó relegada a un segundo plano y frente al surgimiento de modernas técnicas cada vez más complejas como: la tomografía axial computarizada, las operaciones endoscópicas, los transplantes de órganos y tejidos, hallan una complementación solo en la farmacoterapéutica, es decir, en la utilización racional de compuestos puros como fármacos. Estos últimos son diseñados y desarrollados por poderosas compañías farmacéuticas a través de modernos procedimientos de síntesis y con la inversión de millonarias cantidades de dinero.
Desde la aparición de la aspirina hasta la era de los antibióticos, se hace cada vez más fuerte la estrategia de síntesis química por sobre la utilización de los recursos naturales. Esta situación se ve aun más acentuada, debido a la imposibilidad de patentar las hierbas medicinales, lo que desincentiva a la industria comercial farmacéutica.
Sin embargo, el surgimiento de grandes trasnacionales farmacéuticas, el relativo abaratamiento de los medicamentos y los inicios de la globalización, no resuelven el problema fundamental de hacer posible el lema de: “ Salud para todos”.
La Organización Mundial de la Salud, hace notar que el 80% de la población mundial continúa dependiendo de las plantas medicinales para la conservación de su salud. En 1976, los países miembros de la OMS firman un documento en Alma-Atha, donde se recomienda considerar los sistemas tradicionales empleados en la medicina de los pueblos. Nuevamente en 1977 y 1987, hacen un llamado al orbe para girar la vista hacia ese tremendo recurso potencial del mundo vegetal que sigue brindando nuevos medicamentos, especialmente en áreas tan sensibles como el tratamiento del cáncer (Taxol). Mas adelante, la misma OMS y otras organizaciones declararon que salvar las plantas del planeta, es salvar vidas y en diferentes reuniones cumbres surge la voluntad de proteger la biodiversidad, el clima terrestre y la conservación ambiental (Cumbres de la Tierra, Río de Janeiro y Nueva York, 1992 y 1997, respectivamente).
Surge un tremendo interés por lo natural, que curiosamente comenzó en los países desarrollados; a esto se sumó el devastador impacto de las reacciones adversas de los medicamentos de síntesis, que por supuesto intranquilizan enormemente a los profesionales de la salud y a los consumidores.
A fines del siglo XX, el avance de la tecnología farmacéutica, de la química de productos naturales y de las técnicas de aislamiento y detección de compuestos químicos, conjuntamente con la implementación de renovadas estrategias en la farmacología básica y la realización de estudios clínicos de extractos de medicamentos herbales, permite alcanzar una nueva propuesta en materia del uso de plantas medicinales, surgiendo el concepto moderno de extracto de planta estandarizado, fitomedicamento o fitofármaco.
La base de los fitofármacos son los vegetales. El término fitofármaco no debe confundirse con el de planta medicinal. Al respecto, la OMS ha precisado su significado en los términos siguientes: “Son productos medicinales acabados y etiquetados cuyos ingredientes activos estandarizados, están formados por partes aéreas o subterráneas de plantas u otro material vegetal, o combinaciones de éstos, en estado bruto o en forma de preparaciones vegetales. Por material vegetal se entienden: jugos, resinas, aceites vegetales y cualquier otra sustancia de naturaleza semejante”.
Valeriana officinalis, Hypericum perforatum, y Ginkgo biloba, son plantas medicinales que proporcionan respectivamente los siguientes fitofármacos: extracto de raíz de valeriana, extracto de flores de hypericum y extracto de hojas de Ginkgo. La estandarización se realiza considerando alguno de sus compuestos bioactivos. Los principios bioactivos son las sustancias responsables de la acción farmacológica. En los ejemplos anteriores, los valepotriatos y el ácido valerénico son principios activos de la raíz de valeriana, la hipericina e hiperforina de la flor del Hypericum, y los ginkgólidos de la hoja de Ginkgo biloba.
En Chile, en lo referente a las plantas medicinales usadas de modo ancestral en nuestro país, la legislación contempla lo siguiente: Las plantas o partes de plantas, frescas o desecadas, enteras o trituradas envasadas y etiquetadas artesanalmente y rotuladas con la denominación utilizada por la costumbre popular en el ámbito de las tradiciones culturales chilenas, se considerarán medicamentos herbarios tradicionales y se entenderán autorizados para los efectos de su venta y distribución, libremente, por el solo hecho de que el Servicio de Salud competente haya autorizado el establecimiento en que se almacenan, fraccionan, envasan o se realizan otras operaciones propias de su procesamiento siempre que cumplan los siguientes requisitos: deberán estar en un listado aprobado por resolución del Ministerio de Salud, dictada en uso de sus atribuciones legales técnico normativas, estar envasadas artesanalmente como especies vegetales aisladas, no mezcladas, Consignar en sus rótulos sólo aquellas propiedades reconocidas en la resolución aludida precedentemente.
En la actualidad en nuestro país se utilizan estos recursos por un elevado porcentaje de la población; se considera que el 80% acude al uso de plantas medicinales ya sea en forma aguda o de modo más prolongado. Ya no es poco conocido que existan consultorios en los cuales suelen utilizarse plantas medicinales en la atención primaria. También se están llevando a cabo en la zona sur del país algunas iniciativas extraordinarias de implementación de atención intercultural donde la utilización de plantas juega un rol central: Hospital Intercultural, Farmacia Mapuche. En estas interesantes manifestaciones se busca incorporar además de los recursos herbolarios, la cosmovisión de las diferentes etnias.
El Ministerio de Salud, ha definido un cuadro básico de plantas medicinales que pueden ser usadas en la atención de salud o para ser comercializadas como especies vegetales medici- nales de uso ancestral, para las que no se hace necesario la presentación de mas fundamentos que los que ya se dispuso para su autorización. Indudablemente que el éxito de la clasificación en el listado del MINSAL, dependerá del número de plantas consideradas y su compatibilidad con los recursos herbolarios utilizados por las distintas etnias y expresiones culturales de nuestro país. A modo de contrapunto, debemos considerar que solamente el pueblo mapuche posee unas 500 especies de plantas medicinales que utilizan habitualmente y que por supuesto también comercializan. Muchas de éstas no están incluídas en la lista que entrega el Ministerio de Salud, por lo que se hace imprescindible seguir estudiando este tema ( y también las plantas mapuches).
En otro aspecto, los medicamentos herbolarios o fitomedicamentos tuvieron hasta hace poco un marco legal muy difuso y se solían considerar como: alimentos, complementos nutricionales, suplementos dietarios, medicamentos, etc. En el año 2002 y tras intensas discusiones entre representantes del MINSAL, de las empresas del sector y unos pocos especialistas, se incluyó la categoría de fitofármaco entre los productos farmacéuticos y actualmente se señala en el decreto N° 1876, incluyendo las modificaciones introducidas por el decreto N° 286, como sigue: Los fitofármacos o medicamentos herbarios que son productos farmacéuticos terminados y etiquetados, cuyos principios activos son exclusivamente drogas vegetales o preparaciones vegetales. En el mismo texto legal, se define el concepto de droga o material vegetal de la siguiente manera: es la planta o partes de planta sin procesar usadas con un propósito medicinal o farmacéutico, a su vez, la preparación vegetal es la planta o partes de planta pulverizada, su extracto, tintura, jugo exprimido, aceite graso o esencial, goma o resina procesada. Estas definiciones no satisfacen a la mayoría de los sectores comprometidos en esta área de comercialización de fitomedicamentos y debe reconocerse que aún es perfectible el texto de dicho decreto; no obstante, este parcial ordenamiento ha significado un avance al dar reglas mas claras a los sectores productivos y comercializadores y asegura al consumidor estar utilizando productos con eficacia terapéutica y seguridad sanitaria.
En los fitomedicamentos se reúne el conocimiento ancestral etnobotánico y etnomédico; a estos aspectos, se les suma el moderno conocimiento farmacológico básico y clínico. De esta forma, se continúa el uso de la planta medicinal, ahora en forma de extracto estandarizado y con el respaldo de toda la tecnología farmacéutica actual, lográndose un producto que no guarda diferencia en su aspecto y calidad con los medicamentos alopáticos y presentando generalmente mayor rango terapéutico, es decir condiciones de mayor seguridad que hacen confiable su uso como medicamentos de venta libre.
La Fitoterapia debe tener y alcanzar un sitio de importancia en la medicina actual. Sin embargo, existe aun en Chile una resistencia a su aplicación que se debe más al desconocimiento y prejuicios que a argumentos científicos. Pero los fitofármacos que sean comercializados en nuestro país deberán haber alcanzado un lugar en la farmacoterapia moderna de acuerdo a sus propios méritos avalados por sus acciones farmacológicas, su eficacia, seguridad y beneficio terapéutico. Comisiones profesionales idóneas en el Instituto de Salud Pública de Chile, ISP, organismo encargado de velar en estas materias, deben estar en condiciones de evaluar estos aspectos.
De los fitofármacos que actualmente se usan en Chile, la gran mayoría corresponde a especies foráneas: Ginkgo biloba (Memoria y alteraciones vasculares), Echinacea purpurea (Sistema inmune), Sabal serrulata y Cucurbita pepo (Próstata), Harpagophytum procumbens (Artritis), Panax ginseng y Eleutheroccocus senticosus. (Fatiga, rendimiento), Cassia angustifolia (Estreñimiento), Andrographis paniculata (Estrés-memoria), Passiflora incarnata (Ansiedad, insomnio), Hypericum perforatum (Depresión moderada), Buddleja globosa (Úlceras), Sylibum marianum (Enfermedad Hepática), Semilla de Vitis vinifera (Antioxidante, disfunción endotelial). Estos cuentan con respaldo científico y experiencia clínica originada principalmente en Europa y Asia.
En Chile se genera poco conocimiento acerca de las cualidades terapéuticas de sus plantas nativas. Es casi una hazaña lograr que en nuestro país se desarrollen estudios clínicos acerca de estos recursos y esto debido a que la gran mayoría de los médicos esencialmente desconoce la temática de los fitofármacos. Las causas son variadas, pero quizás la más importante es que en las aulas de las Facultades de Medicina de nuestro país no existe dentro de los curricula la enseñanza de la Fitoterapia. Ya es común que los médicos y demás profesionales de la salud se encuentren con que los pacientes utilizan de modo concomitante fitofármacos y no es poco usual que el médico tratante desconozca este aspecto de su paciente o bien considere el efecto de los fitofármacos como “efecto placebo”. Un reto fundamental, dado el desconocimiento de este tema por los profesionales de la salud, es buscar las formas para que las Universidades incorporen la enseñanza de la Fitoterapia y la Fitofarmacología en las carreras pertinentes al área. A modo de ejemplo, en la actualidad, en once estados de Estados Unidos, se otorga la acreditación de médico naturópata, y es considerado profesional especialista en medicina natural teniendo que cursar a lo menos cuatro años de estudios de postgrado para obtener finalmente su licencia (NPLEX- Naturopathic Physicians Licensing Examination).
Otro desafío no menos importante es que las autoridades de salud observen de modo detenido las tendencias mundiales en la Fitoterapia. Resulta que en una gran cantidad de países mas desarrollados que el nuestro, los fitomedicamentos o medicamentos herbolarios son considerados suplementos dietarios y de venta libre, en cambio en Chile, se tiende más a una exageración de autorización bajo condición de receta médica. Esta medida tiene más impacto sobre las formas de publicidad que de las de expendio de los fitomedicamentos, ya que a nadie se le exige receta en el momento de adquirirlos. También es necesario que se legisle para que los fitofármacos puedan ser descontados en los sistemas de seguridad social como ocurre en Francia y Alemania. Si las Isapres consideran el tema de la Fitoterapia y los fitofármacos podrían
llegar a la conclusión que estos pueden ser utilizados de modo preventivo de muchas enfermedades que llevarían indudablemente a abaratar los gastos por enfermedades crónicas. En este caso cito la importancia del uso preventivo del extracto de semilla de la Vid, Vitis vinifera, que comprobadamente reduce la aparición de enfermedades cardiovasculares y degenerativas producidas por el estrés oxidativo. Este último aspecto está relacionado con más de 64 patologías comunes tales como: diabetes, hipertensión, depresión, enfermedad de Alzheimer, etc.
Un millón de chilenos que padecen hipertrofia prostática y sus consecuencias, quizás tuviesen otro futuro si se hubiera considerado un tratamiento precoz con los Fitofármacos: Sabal serrulata, Cucurbita pepo, Pygeum africanum, etc., como se hace comunmente en Italia y otros países europeos. Bajo esta consideración vuelve a ser importante el refrán que reza: “Es mejor prevenir que curar”.

APLICACIONES CLÍNICAS DEL GINKGO BILOBA (Revista de Fitoterapia de España)

SEN, SENNA ALEXANDRINA, LAXANTE NATURAL

SEN EN EMBARAZO Y LA LACTANCIA
(Revista de Fitoterapia de España)